Por: Iván Felipe Bonilla Diaz
Estudiante de Comunicación y Periodismo.
Universidad la Gran Colombia - Armenia.
Con la reciente pandemia del covid-19 jamás antes vista en nuestros tiempos, el mundo entero entro en una época de crisis sin precedente. A lo que inicialmente se veía como una crisis económica, se ha convertido en la peor recesión económica de los últimos 90 años y esto aún no acaba; a esto se le suma una crisis laboral, crisis en el sistema de salud y después de semanas de que el mundo este luchando contra el covid-19 ya se comienza a ver la crisis sanitaria por los cadáveres que produce esta enfermedad, que cada día aumenta en cifras alarmantes.
Todo el mundo es testigo y nosotros como sociedad gracias a la tecnología hemos podido presenciar cómo algunos países comenzaron a presentar un alto número de muertos que se cuenta por miles día a día, en países como Italia, España, Brasil y Estados Unidos, vemos como las muertes por el virus no dan tregua y los cadáveres aumentan; las familias no pueden velar a sus muertos y en muchos casos no está permitido enterrar a los muertos, en Italia se ordenó cremar los cadáveres en vez de enterrarlos por miedo al contagio que estos podían provocar. Es doloroso ver como tantas familias pierden a sus miembros y no puedan tener la posibilidad de llevar su duelo como lo hacen tradicionalmente, enterrando y acompañando a sus demás familiares. Aun así con estas medidas, los hospitales, las morgues y las funerarias están a su máxima capacidad y el panorama no tiende a mejorar algo bastante duro y desalentador.
Estados Unidos donde actualmente en cada estado los muertos son miles, es un claro ejemplo de cómo, cuándo se ponen los intereses económicos sobre la salud de las personas, puede tener un resultado fatal. En el estado de New York donde por ejemplo la orden del aislamiento social fue decretada bastante tarde, el panorama es desalentador, los muertos aumentan sin parar, se han tomado medidas drásticas que parecen sacadas de una película, pero que en mi opinión a pesar de parecer una locura en este momento son necesarias, medidas como usar camiones refrigerantes y camiones de transporte de alimentos, para guardar los cadáveres, también se tomó la decisión de usar fosas comunes en una isla ubicada entre Brooklyn y Queens para enterrar los cadáveres de personas sin nombre y los cadáveres que no fueron reclamados.
Es indignante ver cómo mientras los sistemas de salud y funerarios de muchas ciudades colapsan, el gobierno Trump quiere tomar medidas para acabar con el aislamiento social y continuar el ritmo de vida que se llevaba antes de la pandemia, si bien la economía global ha sufrido un duro golpe, el intentar reactivar la economía cuando aún estamos en medio de la pandemia, sin tener en cuenta las medidas mínimas de protección, no sería una buena decisión a futuro.
Aunque los grandes países en Europa y norte América se han visto afectados, en Latinoamérica el panorama no es mucho mejor, aunque el número de muertos non se comparación con el de otros países, el precarios sistema de salud de muchos de los países latinoamericanos y el medidas tardías por parte de algunos presidentes han hecho que la propagación del virus sea más rápida, Colombia por ejemplo, antes de la crisis ya tenía un sistema de salud precario que en ningún aspecto estaba preparado, por otro lado la falta de cultura ciudadana ha hecho que quede demostrado lo poco considerada que es la gente, contribuyendo a esta crisis.
El caso más notorio en Latinoamérica en cuanto a la crisis sanitaria es Ecuador, donde en las calles de su capital, Quito, se puede evidenciar el devastador efecto del virus, la gente debe dejar los cadáveres de sus seres queridos fuera de sus casas, a los alrededores de los hospitales se acumulan los cadáveres de personas que murieron a causa del virus, los cementerios de Quito y sus pueblos cercanos ya han alcanzado su máxima capacidad.
Creo que si ahora mismo la situación en América Latina empeorara la situación por la que pasa Ecuador actualmente, sería el panorama de la mayoría de los países.
Esta pandemia nos ha dejado mucho de lo que aprender y probablemente con el paso de las semanas nos enseñara más cosas, pero sin duda, una de las lecciones más duras que como sociedad hemos tenido que afrontar es que no estamos preparados en cuanto a sistema de salud y cultura ciudadana, aun hoy tenemos mucho que aprender y poner en práctica.
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