Un virus aun mas peligroso que el Coronavirus: El feminicidio en Colombia

Por: Alejandro Aristizábal Vanegas
Estudiante Comunicación y Periodismo 
Universidad la Gran Colombia – Armenia. 




Artículo de opinión

Su pongo que a muchos de nosotros nos criaron con un pensamiento machista, que poco a poco se ha ido desvaneciendo. “A las mujeres no se les pega” dicen todos, desde los profesores y las profesoras hasta los abuelos. Desde un punto de vista ético sería más valido afirmar: “No se le pega a nadie”. Sin embargo, en Colombia, no se acepta ninguna de las dos, porque en muchos casos no hay ni educación machista ni igualitaria.

También hay otro caso –en el que explicaré a partir desde un punto lejano-, en donde no hay una categorización de las víctimas de determinada agresión, como en el caso de Alicia Arango, la ministra del interior, que afirmó; “Todos los muertos son iguales. No puede haber muertos de primera y de segunda categoría”. Esta frase salió sin pudor luego de haber comparado, irónicamente, dos categorías: “Hay más muertos por robo de celulares que por defender los derechos humanos”. 



Lo que no sabe la ministra es analizar estadísticas. Es totalmente aceptado el hecho de decir que hay muchas muertes por robo de celulares, pero está erróneo decir que hay más muertes por robo de celulares que por proteger los derechos humanos. Porque un 80% de la población colombiana tiene un celular, ero en la misma población, son si mucho el 0,01% las personas que defienden los derechos, es decir unos 5.000. Aquí es donde se equivoca la ministra, porque la probabilidad de morir, a manos de unos hombres armados por proteger a una comunidad, es mucho mayor por el porcentaje que este implica. Por lo tanto en proporción se matan más defensores de derechos humanos que por ser propietario de un aparato tecnológico.

Con estas declaraciones de la ministra, donde todos los muertos son iguales, puede sonar muy lindo e igualitario, pero es irresistiblemente, falaz. ¿Es lo mismo que un deportista de lucha grecorromana le haga una llave a su competidor a que se lo haga a una ama de casa? Aquí es donde esos hombres, que en el centro son machistas, salen a decir que es totalmente lo mismo. Pero no lo es, las condiciones son diferentes. Por lo tanto, si este llave no es lo mismo, un asesinato tampoco.

Vuelvo a donde empecé: “No se le pega a nadie”. Es cierta, pues los sal condiciones nunca son parejas, ni siquiera en un deporte, porque los entrenamientos son diferentes, se preparan de manera diferente y así logran condiciones diferentes. Con lo anterior no estoy queriendo decir que las mujeres son inferiores, en absoluto, pero el luchador grecorromano está preparado para recibir golpes y palizas, la ama de casa no lo está. Culturalmente, las mujeres están enseñadas a ser pulcras y calmadas, los hombres, por otro lado, a la fuerza y agresividad, “a ser varones”.

Por eso no todos los muertos no son iguales. Y, como en el caso de los defensores de los derechos humanos, un hombre muere por su naturaleza feroz, terminan asesinados en la calle por un desconocido, en un ambiente “desprotegido”. Esta es la razón fundamental por la que el machicidio es humillado por el feminicidio, porque el 78% de las mujeres asesinadas son por sus parejas. Esto quiere decir que las mujeres están en desventaja  y en condición de peligro porque son asesinadas en un ambiente que se supone que es más seguro y protegido: el propio hogar.

Así que señora ministra, ¿Todas las muertes son iguales? ¿Cómo explica que en el Valle de Aburrá haya habido 6 casos de feminicidio solamente en el mes de marzo? ¿No es este el feminicidio un virus más fuerte?



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